La multa por furtivismo aumenta de 10.000 a 100.000 dólares en Tobago

Los delitos de furtivismo están cada día mas condenados y las penas aumentan considerablemente, como herramienta fundamental en la lucha contra una lacra que pone en peligro el equilibrio de los ecosistemas y la protección y conservación de la fauna. En las Sabanas de Aripo, un ecosistema de sabana tropical en el noreste de la isla Trinidad en Trinidad y Tobago (muy cerca de Venezuela), los delitos de furtivismo ahora suponen condenas de cientos de miles de euros.
Los senadores han apoyado la medida del gobierno para aumentar las sanciones por captura ilegal, y otras violaciones de la ley de conservación de la vida silvestre, que han pasado de 10,000 dólares a 100,000. Una medida que la gente ha estado reclamando durante mucho tiempo, ya que los furtivos estaban causando auténticos estragos en la fauna de estos parajes.
Un ejemplo necesario para el mundo
Aunque parezca un cosa poco relevante a estas alturas del siglo XXI, todavía hay muchos países en los que las sanciones por este tipo de delitos no son lo suficientemente duras como para disuadir a los furtivos de cometerlos. Sin ir más lejos, España es uno de ellos, donde se han llegado a imponer multas por abatir un corzo ilegalmente en la sierra de Madrid, por la irrisoria cantidad de 12 euros.
Las multas económicas por los delitos de furtivismo, deben ser lo suficientemente elevadas como para intimidar a quien se le pase por la cabeza cometer una ilegalidad de este tipo, aunque no son la única medida que se debe tomar. Y la primera, siempre será una buena educación ambiental, basada en la concienciación de la sociedad de la importancia de preservar los espacios naturales, la fauna y la flora.